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      Derrumbe en Floresta: colchones en la vereda y un grito desesperado de ayuda

      Las 35 familias que sobrevivieron reciben subsidios y les proponen alojarlos en paradores. Quieren entrar para recuperar sus cosas.

      Derrumbe en Floresta: colchones en la vereda y un grito desesperado de ayudaLas familias que sobrevivieron al derrumbe de Floresta esperan por ayuda con colchones en la vereda. Foto: Luciano Thieberger

      Son las 9.30 y sobre Rivadavia al 8700 circulan bandejas con rodajas de pan untadas con dulce de leche. También pasan varias jarras con café y té entre las personas que vivían en la casa que se derrumbó en Floresta y ahora esperan a metros de ahí para recuperar sus pertenencias y encontrar alguna solución habitacional. Según cuentan, reciben apoyo y donaciones de organizaciones sociales, iglesias, colegios y vecinos. Están sentados sobre colchones, allí pasaron la noche.

      La solidaridad de la gente nos hace sentir bien, ver que les importamos”, dice Marvin, que vivía en la casona que se desmoronó junto a su esposa, su hija de dos años, su tía y sus sobrinos.

      Cuenta que desde el Gobierno porteño les ofrecieron alojamiento por una semana y un subsidio para el corto plazo pero que eso no les resulta suficiente. “Perdimos todo, no tenemos ni nuestra ropa, ni nuestros documentos, necesitamos una ayuda que se extienda por un tiempo para poder rearmarnos”, sostiene Marvin, que dice que adentro de la casa quedó hasta la partida de nacimiento de su nena.

      Destaca el cariño y la empatía de los que se acercaron con un plato de comida, un colchón o alimentos no perecederos. “Vinieron del colegio al que iba la nena de 12 años que falleció, de una iglesia y de algunas organizaciones sociales. Es algo que agradecemos mucho”, asegura el hombre, que llevaba 16 años en esa vivienda.

      El día después del derrumbe de Floresta. Foto: Luciano ThiebergerEl día después del derrumbe de Floresta. Foto: Luciano Thieberger

      Persy, que residía en la misma casa, detalla que son cerca de 100 personas las que se quedaron en la calle: “Hablamos de 70 adultos y 30 chicos. Intentamos ubicar a los niños con amigos o familiares para que no pasen frío y sufran lo menos posible todo lo que nos está ocurriendo”.

      Trabaja como acompañante terapéutico y cuenta que los 25 mil pesos que le pagan por persona asistida no les alcanzan para mantener a sus tres hijos y alquilar.

      Persy vivía en la casa de Floresta que se derrumbó. Foto: Luciano ThiebergerPersy vivía en la casa de Floresta que se derrumbó. Foto: Luciano Thieberger

      Señala, además, que su hijo mayor, que estudia Abogacía, está faltando a la facultad para colaborar con la familia: “Se puso a hacer changas porque vivimos al día”.

      Diana, que tiene tres hijas, de 5, 8 y 17 años, no sabe cómo seguir. “Estoy sola con ellas. Ahora las dejé en lo de una familia amiga. Iban a la misma escuela que la nena de 12 que falleció, la conocían y jugaban con ella. Las más chiquitas me preguntan cuándo volvemos a casa y yo no sé qué decirles”, explica.

      Diana tiene tres hijas y trabaja como vendedora ambulante. Vivía en la casa que se derrumbó. Foto: Luciano ThiebergerDiana tiene tres hijas y trabaja como vendedora ambulante. Vivía en la casa que se derrumbó. Foto: Luciano Thieberger

      “Quiero preservarlas, que no vean por lo que estamos pasando, pero la realidad es que no sé qué voy a hacer. Ellas iban jornada completa al colegio y, en ese tiempo, yo salía a trabajar como vendedora ambulante. Estos días no las estoy mandando porque no tienen ni sus mochilas”, comparte y dice que necesita que la ayuden a conseguir un lugar para vivir. “Eso es lo urgente", suma.

      Como consecuencia del derrumbe, fallecieron dos personas. Las víctimas fatales fueron identificadas como Jefferson Aquino (19) y Gabriela Jamile (12). Más de 20 personas resultaron heridas y nueve de ellas fueron hospitalizadas. Al cierre de esta edición, Felicitas Cherre, de 72 años, continuaba desaparecida.

      Este jueves, después del mediodía, se celebró con un aplauso la llegada de una grúa que contrató el Gobierno porteño. Es la forma, según explicaron los funcionarios de la Guardia de Auxilio de la Ciudad, de comenzar a levantar los escombros de las losas que se derrumbaron.

      Eran estructuras precarias, sostenidas por dos vigas que también terminaron en el piso. Por el paso del tiempo y el exceso de peso de las construcciones que su fueron sumando en forma ilegal, las dos losas se derrumbaron y causaron la tragedia.

      Con la grúa comenzarán a sacar los escombros pesados, con lo que podrán reactivar la búsqueda de la única persona que continúa desaparecida y más tarde quizá permitir el ingreso de las familias damnificadas, para que puedan empezar a recuperar algo de lo que perdieron. 

      SC


      Sobre la firma

      Paula Galinsky
      Paula Galinsky

      <font style="vertical-align: inherit;"><font style="vertical-align: inherit;">Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires y Periodismo en TEA. </font><font style="vertical-align: inherit;">Hizo un Diploma en Educación en la Universidad Torcuato Di Tella. </font><font style="vertical-align: inherit;">Trabajó como productora en El Trece y fue columnista en Radio con Vos. </font><font style="vertical-align: inherit;">Se capacitó en Cambio Climático invitada por la Organización de las Naciones Unidas. </font><font style="vertical-align: inherit;">Fue distinguida con los Premios Adepa en Periodismo Científico y Educación. </font><font style="vertical-align: inherit;">Escribe en Clarín desde hace más de una década, es redactora de Sociedad.</font></font> pgalinsky@clarin.com

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