FMI: una misión técnica del organismo ya está en Buenos Aires para seguir de cerca la continuidad del programa

El Fondo Monetario Internacional confirmó oficialmente que un equipo técnico del organismo ya está trabajando en Buenos Aires para discutir el plan de estabilización de la economía, en momentos en que se aproxima una nueva revisión del programa y el Gobierno busca aprobar en el Congreso reformas clave, así como también obtener más dinero fresco del FMI.

Una fuente del Fondo dijo a Clarín este lunes que “un equipo técnico del FMI se encuentra en Buenos Aires para la 8ª revisión” del programa, que según indica el cronograma debería estar lista a mediados de mayo, pero podría extenderse a principios de junio.

El dato de la visita ya había sido anticipado la semana pasada a Clarín por fuentes de Economía, aunque habían dicho que la delegación llegaría el mes próximo.

Si bien el Fondo no aclaró quiénes son los funcionarios que están en Buenos Aires, el equipo técnico está liderado por Ashvin Ahuja, el jefe de la misión en la Argentina que mira los números finos. La delegación se quedaría solo unos días.

“El objetivo del Fondo sigue siendo apoyar los esfuerzos en curso de las autoridades para restablecer la estabilidad macroeconómica, apoyar a las familias trabajadoras y sentar las bases de un crecimiento más sólido y sostenible", dijeron las fuentes del organismo.

La visita sucede luego de intensas reuniones en Washington con el ministro de Economía Luis Caputo, el jefe de Gabinete Nicolás Posse, el director del Banco Central Santiago Bausili y otros funcionarios en el marco de la Asamblea de Primavera del organismo a mediados de abril. Los hombres del Gobierno se reunieron con la número dos del Fondo, Gita Gopinath y el jefe del Departamento del Hemisferio Occidental, Rodrigo Valdés, para evaluar los avances y mirar el futuro.

No hay demasiada discusión sobre la aprobación de la octava revisión porque las metas del primer trimestre del año fueron superadas con tranquilidad, y así lo anticipó Valdés en una conferencia de prensa.

El funcionario dijo que el avance había sido “impresionante” y señaló que el Gobierno alcanzó los objetivos monetarios, de déficit fiscal y de reservas requeridos para un nuevo desembolso que sería de aproximadamente US$ 800 millones. Y también elogiaron la baja pronunciada de la inflación, que fue más amplia a la prevista originalmente.

Sin embargo, el Fondo no dio señales de que fuera a otorgar más dinero a la Argentina como buscaban los funcionarios del presidente Javier Milei. Al haber sobrecumplido las metas, el Gobierno se entusiasmaba con obtener unos US$ 15.000 millones adicionales para poder salir del cepo sin sobresaltos.

Pero si bien el Fondo, el Tesoro y todo el ambiente político de Washington saludan los primeros ajustes en materia económica, no hay señales de que Argentina consiga más dinero, al menos en el marco de este programa, y mucho menos esa suma. Quizás, si el Gobierno consolida algunas medidas, podría suceder con un nuevo programa en el futuro.

Luego de reunirse con los funcionarios argentinos en Washington, Gopinath elogió los esfuerzos oficiales para encarrilar la economía, pero también dijo que discutió “planes para profundizar el progreso” del programa, lo que en el sutil lenguaje del Fondo se traduce en que esperan más reformas.

La sensación en Washington, remarcada por todos los analistas que siguen en caso en Argentina, es que el directorio ejecutivo está muy duro con el país, ya que ha sufrido varios traspiés con los programas en el gobierno de Mauricio Macri y también al final con la gestión del ministro Sergio Massa con quien sufrieron una profunda decepción cuando lanzó el “Plan Platita”. Aunque respaldan con entusiasmo los avances de Milei, quieren más pasos para aprobar esta revisión y seguir el camino de la estabilización.

Por eso el Fondo y el Tesoro, e incluso los inversionistas, ya han dicho varias veces que buscan que se mejore “la calidad del ajuste” para proteger a los más vulnerables. Esto significa que el superávit no llegue solo a través de la “licuadora” transitoria sino que se plasmen medidas a largo plazo para lograr estabilidad y certezas en el ajuste. En ese sentido los analistas coinciden en que es clave la aprobación de la ley de Ganancias y otras medidas como los gastos tributarios de Tierra del Fuego, la ley de Tabaco, los fondos fiduciarios y más desregulaciones en general.

Una victoria de Milei en el Congreso –aunque no sea todo lo que el libertario esperaba— sería una buena señal para el board, que debe aprobar la 8va revisión que podría extenderse hasta junio.

Otro asunto que siempre es parte de las conversaciones es el valor del dólar. Algunos economistas e inversionistas ya vienen advirtiendo que el dólar está atrasado porque el crawling peg de ajuste mensual de 2% no llega a alcanzar a la inflación. El tema también fue planteado a Caputo en una reunión del JPMorgan en Washington y el ministro dijo que el tipo de cambio estaba a los niveles históricos y que el dólar no estaba atrasado. El Fondo no se ha pronunciado en detalle sobre el tema, pero es posible que se esté buscando una fórmula para que pueda flexibilizarse el valor de la divisa sin que se dispare la inflación.

“Es fundamental que, en última instancia, que las políticas sean consistentes, y eso incluye el nivel del tipo de cambio real, para salvaguardar de forma duradera la estabilidad y la acumulación de reservas”, dijo escuetamente Valdés en la conferencia.

La fuente del FMI no quiso dar demasiados detalles sobre la misión en Buenos Aires. “Proporcionaremos actualizaciones a su debido tiempo a medida que avancen las discusiones en las próximas semanas”, dijo.

SN