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      Siembra de trigo: claves para que el comienzo sea auspicioso

      • Referentes brindan su conocimiento y experiencia implantando en este contexto climático.
      • Cómo evitar demoras que reducen las pérdidas de rinde.

      Siembra de trigo: claves para que el comienzo sea auspiciosoLa siembra y la lluvia no se llevan, es la dupla que genera el gran dilema para el sembrador ¿esperar o apurar?. Si no hay rastrojo, peor.

      Se aproxima la siembra de trigo y los que saben aconsejan respetar lo más posible las fechas de siembra, de lo contrario, explican, se generarán pérdidas de rinde que pueden ser importantes. Pero ante la ocurrencia de una lluvia en el momento de arrancar con la sembradora, es sabido que la tarea se demora. Para poder manejar de la mejor manera en tales circunstancias consultamos a quienes tienen experiencia en el tema.

      Víctor Esain, quien es contratista y productor en la zona de Tandil, afirma: “Ahora estamos en los preparativos para la siembra que arranca los primeros días de junio. En cuanto al clima, se espera que a partir de julio - agosto se corten las lluvias que por ahora son normales, con lo cual a partir de ese momento se espera una “semi Niña”, cosa que aún esta por verse. Pero en principio se arrancaría sembrado bien con buen contenido de humedad en el perfil".

      Profundizando más en su experiencia, comenta que en esta zona, con suelos pesados, una eventual lluvia en el momento de la siembra, complica la tarea mucho más que en suelos más livianos. "Con suelo arenoso se anda más fácil pero en todo caso lo único que queda es esperar es que oree sin que tengamos mucho más que hacer", explicó.

      Víctor Esain, productor y contratista en la zona de Tandil, Buenos AiresVíctor Esain, productor y contratista en la zona de Tandil, Buenos Aires

      "No obstante, en mis lotes que son altos, entramos antes que en algunos de los vecinos, que son bajos y por supuesto más complicados ante una eventual lluvia. Lógicamente, en los primeros días luego de una lluvia se trabaja pocas horas, las cuales aumentan a medida que el tiempo transcurre. También, si vemos que se aproxima una lluvia, aumentamos las horas de trabajo, cambiamos el ritmo y hasta hacemos doble turno", sostuvo.

      Por otro lado, explica que cuando saben que se aproxima una época lluviosa para el momento de la siembra, tampoco anticipan demasiado la implantación , sobre todo en los bajos tendidos, ya que en esos casos si caen 100 mm y el campo resulta anegado, en trigo tendremos merma en el rinde debido a los manchones sin plantas donde se muere la semilla que se pudre por falta de aire".

      Ello ocurre en las “palanganitas” que deja la lluvia, que es donde se pudren las semillas y se mueren las plantas emergidas, y por ende se pierda rinde. "Así vemos como el exceso de humedad reduce el rendimiento, lo cual es peor en la cebada que es más sensible a la falta de oxígeno que el trigo".

      Apurarse y sembrar es una opción, pero luego en las "palaganitas" quedará parte del rinde.Apurarse y sembrar es una opción, pero luego en las "palaganitas" quedará parte del rinde.

      Entonces, en campos bajos, si ocurre una lluvia para la época de la siembra que se prolonga en el tiempo es mejor esperar que pare y que comience a orear. "Al contrario, en las lomas, aunque venga una lluvia difícilmente tengamos pérdidas por exceso de agua. Todo depende del terreno", afirma.

      "Por ejemplo, el año pasado estaba en un lote bajo tendido y daban mucha lluvia para agosto - septiembre y a raíz de ello me pasé directo a gruesa, porque entendí que con la fina tendría pérdidas de semilla y de rendimiento".

      Todo esta en evaluar la situación en el momento y decidir en función de lo que se tiene y de lo que se espera, y no siempre sirve anticiparse porque puede ser peor. Otra situación es, si uno esta en siembra convencional sin cobertura, y llueve luego de la siembra se plancha el suelo, con lo cual la semilla germinará con mayores dificultades y a la plántula le costará más la emergencia.

      Mario Lori de Salto, Buenos Aires siembra Salto,.Chacbuco, Arrecifes, carmen de ArecoMario Lori de Salto, Buenos Aires siembra Salto,.Chacbuco, Arrecifes, carmen de Areco

      Mario Lori es de Salto provincia de Buenos Aires, y brida servicio con máquinas en la zona que comprende también Arrecifes, Chacabuco y Carmen de Areco, y dice “no hay mucho que hacer cuando llueve, solo meterle pata lo que más se pueda, en cuanto a la posibilidad que el terreno otorgue”.

      “En este momento no vemos que falte perspectiva de siembra al menos en las zonas que trabajo, donde se esta hablando de sembrar de normal a más y no menos en lo que a superfice se refiere. Este año al menos todos mis clientes están con la idea de sembrar algo de trigo. La humedad viene bien para la siembra, pero no ayudan los excesos de agua que generan terrenos muy húmedos y barrosos. Veremos cuando llegue el momento como nos acomodamos”.

      Ana María Brach investigadora en el Inta Reconquista, dice, “Estamos al noreste de Santa Fe a 200 km de Chaco, por eso nuestra realidad puede ser muy distinta a la zona triguera típica. En la zona pampeana se proyecta que el Niño débil desaparezca en agosto y que la primavera resulte con un evento Niña".

      Ing. Agr. Ana María Brach, investigadora en el INTA de Reconquista, Santa FeIng. Agr. Ana María Brach, investigadora en el INTA de Reconquista, Santa Fe

      La siembra en la zona, es a principios de junio con ciclos cortos para que la floración escape a los primeros golpes de calor de primavera. Así que entre el 10 de agosto y el 5 de se esta definido el número de granos que es principal componente de rinde.

      En enero llovieron 500 mm y en lo que va del año en total son 800 mm que es mucho, por ello hay humedad que es la primera condición para la siembra porque los inviernos son secos. Más allá de las buenas condiciones de humedad, el productor no esta motivado debido al bajo precio de cereal.

      No salir de la ventana de siembra

      El productor asume al trigo como un componente muy importante dentro del sistema de producción. Esta en el invierno compitiendo con las malezas, lo siembra en junio y lo cosecha a fines de octubre sin rindes tan altos, ofrece caja, deja rastrojo en superficie. "En los momentos de la siembra, una lluvia ocasiona atrasos en el trabajo, más allá que hay suelos que los llaman “día domingo” porque pueden estar encharcados, pero en poco tiempo ya ofrecen posibilidades de siembra".

      Demorar es una opción, sin embargo no  conviene perder de vista cuanto se pierde por cada día que se aparta la siembra de la fecha óptimaDemorar es una opción, sin embargo no conviene perder de vista cuanto se pierde por cada día que se aparta la siembra de la fecha óptima

      Debido al encarecimiento de los insumos y a la aparición de resistencia a herbicidas en las malezas, en buena parte de la zona, el productor hizo abandono de la siembra directa y la consecuente remoción del suelo ocasiona demoras en la siembra luego de una eventual lluvia, "por cada día que de atraso se pueden perder 20 kg/ha de rinde", consigna la Ing Brach.

      Una helada siempre puede hacer perder producción, pero respetando la fecha de siembra, el riesgo de helada es solo del 10% o menos. Es decir, cada 10 años, se puede perder una cosecha por helada si el trigo florece a partir del primero de septiembre, pero si florece el 15 de agosto, el riesgo de helada es casi del 100%.

      Por otro lado, las temperaturas altas aceleran el crecimiento es decir acortan el ciclo, y no dan tiempo a la planta a generar rinde. "Sabemos mejor cuanto rinde perdemos por temperaturas altas que por heladas. Por cada punto que se incrementa la temperatura máxima media se pueden perder hasta 350 kg. Por eso decimos que hay que ajustar bien la fecha de siembra", sostiene la Ing Ana María Brach,


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      Juan B. Raggio

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