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      Habló el múltiple asesino al que encerraron en una cabina para juzgarlo: “Soy un maldito lobo solitario”

      • Roberto José Carmona está acusado de matar al taxista Javier Bocalón durante un intento de fuga en una salida transitoria.
      • "Priorizó el auto antes que su vida", dijo sobre el crimen. En su prontuario tiene otros tres homicidios.

      Condenaron a prisión perpetua al múltiple asesino "Hiena humana" por el crimen de un taxista en Córdoba

      Habló el múltiple asesino al que encerraron en una cabina para juzgarlo: "Soy un maldito lobo solitario"Roberto Carmona, el múltiple asesino de Córdoba es juzgado adentro de una cabina por el crimen del taxista Javier Rodrigo Bocalón. Foto La Voz

      Encerrado en una cabina de máxima seguridad, Roberto José Carmona (63) fue el centro de la primera audiencia del juicio por el crimen del taxista Javier Bocalón.

      Con el pelo largo y entrecano, el rostro adusto, surcado por el paso de los años tras las rejas, el criminal más temido de la provincia mantuvo la mirada firme hacia la zona donde estaban los parientes y allegados del taxista y los representantes de las partes involucradas en el juicio, que se lleva adelante en la Cámara Octava del Crimen de Córdoba.

      “Lo maté porque prefirió el auto, su medio de trabajo, a su vida”, dijo antes de agregar: “Soy un predador, un lobo solitario”.

      Una vida entre cárceles

      Roberto José Carmona saltó a la fama criminal en 1986 tras secuestrar y asesinar a la adolescente Gabriela Ceppi a quien capturó en las afueras de Carlos Paz.

      Tras ser detenido y confesar el lugar donde había dejado el cuerpo, en el juicio nunca se llegó a comprobar si violó a la chica de 16 años y ese es un tema lo acompaña hasta estos días.

      Con seguridad extrema empezó el juicio a Roberto Carmona en Tribunales II
Foto Ramiro Pereyra/La VozCon seguridad extrema empezó el juicio a Roberto Carmona en Tribunales II Foto Ramiro Pereyra/La Voz

      Justamente, el abogado de la querella, Carlos Nayi, planteó en la acusación previa al inicio de las testimoniales que el historial de Carmona se inició con ese feroz asesinato que conmocionó a la sociedad cordobesa en los años ’80. Y dijo que, tras violar a la joven, la ultimó de un balazo para luego esconder el cuerpo cerca de la localidad de Toledo, en el Gran Córdoba.

      Sin ocultar su furia, desde su caja máxima seguridad Carmona fustigó al abogado al señalar que esa acusación le costó la vida a dos compañeros de prisión que se atrevieron a llamarlo violador. En 1994 mató Héctor Bolea y en 1997, a Demetrio Pérez Araujo.

      “Debería informarse mejor cuando va una audiencia como esta. Jamás he sido condenado como violador en el juicio de Gabriela Ceppi. Personas como usted hicieron posible que yo matara a otras personas por calificarme de la manera que usted me calificó”, dijo Carmona mirando al abogado Nayi. “Por decir lo mismo que usted dijo tuve que mandar al lado del Señor a dos personas”, agregó.

      Por qué llegó desde Chaco a Córdoba

      Por un increíble artilugio legal, Carmona estaba preso en la cárcel de Roque Sáenz Peña, en Chaco, y consiguió que la jueza Ligia Duca le habilitara un régimen de visitas a su esposa, Ángela Etudiez, en su domicilio de barrio de Las Violetas, Córdoba.

      La familia del taxista asesinado por Carmona siguió con estupor el juicio. 
Foto Ramiro Pereyra/La VozLa familia del taxista asesinado por Carmona siguió con estupor el juicio. Foto Ramiro Pereyra/La Voz

      Dos o tres veces por año, una comitiva compuesta por cinco agentes penitenciarios chaqueños viajaba más de 800 kilómetros para que Carmona accediera a ese beneficio que le había dado la legislación vigente a partir de un legajo de buena conducta.

      Es por eso que el 13 de diciembre de 2022, Carmona había llegado a la casa de la calle Formosa al 100, en la que debía permanecer hasta las 18 para volver al penal de máxima seguridad de Bouwer (Córdoba). Después de cumplir con su visita, debía salir al día siguiente de regreso hacia Chaco.

      Pero ese día el país estaba virtualmente paralizado por la semifinal del Mundial de Qatar en la que Argentina enfrentaba a la selección de Croacia.

      Carmona mantuvo firme la mirada en el público y los representantes de las distintas partes del juicio. Foto Ramiro Pereyra/La VozCarmona mantuvo firme la mirada en el público y los representantes de las distintas partes del juicio. Foto Ramiro Pereyra/La Voz

      Y Carmona aprovechó que sus custodios estaban prendidos del televisor de la casa para emprender la huida que se transformó en un raid criminal que se esparció como un virus por las desiertas calles de la capital cordobesa.

      A unas cuadras de la casa de su mujer, el asesino serial abordó el taxi que conducía Javier Bocalón (45) y en medio de su plan de escape le asestó seis puñaladas mortales. Llevaba consigo un cuchillo de color rojo y negro con la inscripción Tandil, República Argentina. Y si bien intentó tomar el control de la conducción del Chevrolet Corsa, el auto terminó estampado en un poste en la esquina de Santa Ana y Félix Paz.

      A los pocos metros, en el estacionamiento de un supermercado amenazó a una pareja que estaba con el auto en movimiento a punto de hacer compras. Les arrebató el auto y apareció luego en otro punto de la ciudad frente a la Clínica Vélez Sarsfield donde forcejeó con dos mujeres para que les dieran las llaves de un automóvil. A las dos les produjo heridas leves con el mismo cuchillo con el que había asesinado al taxista.

      Carmona fue capturado por la Policía después de hacer un verdadero desastre en las calles de Córdoba.

      Estupor y dolor

      El total desparpajo que mostró el asesino serial más temido de Córdoba al referirse a los hechos que lo llevaron una vez más al banquillo de los acusados, sorprendió a todos incluyendo al fiscal y los jueces.

      “Soy socio vitalicio”, respondió cuando el fiscal de cámara, Héctor Almirón, le preguntó si había estado en un juicio alguna vez.

      Luego, ante una requisitoria del abogado querellante sobre si sentía algún tipo de remordimiento o arrepentimiento por el crimen del taxista, respondió: “¿Cambia algo? ¿Lo voy a resucitar?”.

      El asesino se escapó de una salida transitoria en 2022. Foto Ramiro Pereyra/La VozEl asesino se escapó de una salida transitoria en 2022. Foto Ramiro Pereyra/La Voz

      Y apuntó a que en varias oportunidades vio por televisión o leyó notas que le hicieron a Raúl Bocalón, papá del taxista y sostuvo: “Este hombre hablaba sobre la corrupción penitenciaria que existe en el Chaco, y de los jueces. Pensé en ese momento: se queda corto con todo lo que mencionaba. Nunca tuve que sobornar a nadie para tener salidas transitorias”.

      Carmona aseguró que mató al taxista porque “priorizó el auto antes que su propia vida” y no quiso dar precisiones sobre el destino final que tenía en su mente esa fatídica tarde si no lo atrapaba la Policía.

      “Retumba en mi cabeza: no me mates, no me quites mi herramienta de trabajo. Él eligió el auto. Yo ya era un depredador”; recalcó Carmona y repitió: “Soy un maldito lobo solitario”.

      Y en tono de confesión, señaló: “En Córdoba me fugué porque el ego pudo más que el amor. Fue muy cobarde de mi parte, traicioné a mi esposa”.

      Con ese mismo objetivo, el de desligar del caso a su esposa, que afronta cargos por su presunta complicidad con la huida, Carmona expresó que el cuchillo que usó para matar a Bocalón y herir a las dos mujeres en la tarde del 13 de diciembre de 2022 se lo facilitó uno de los guardiacárceles que lo trasladó a Córdoba al que le pagó 15 mil pesos.

      La desazón de la familia

      Los familiares del taxista asesinado siguieron el terrible testimonio de Carmona a pocos metros de la caja de seguridad ubicada a un costado de la sala de audiencias.

      Al salir del lugar se mostraron visiblemente conmovidos por lo que habían visto y escuchado.

      Hubo vigilancia permanente durante toda la audiencia. Foto Ramiro Pereyra/La VozHubo vigilancia permanente durante toda la audiencia. Foto Ramiro Pereyra/La Voz

      “No es una persona, ni siquiera un animal, porque el animal no actúa con ese instinto”, sostuvo Raúl Bocalón, padre del taxista a Cadena 3.

      Y se preguntó: “¿Vino (a Córdoba) a ver la mujer por amor o a dispararse?”.

      Bocalón señaló que en ningún momento pidió disculpas y no mostró arrepentimiento. “Se justificó porque no le dio el auto. Pero no hacía falta matarlo, lo amenazas y lo bajás del auto”, indicó y agregó: “Me entra más la versión que hizo algo aquí para quedarse en una cárcel de Córdoba”.

      Córdoba. Especial

      MG


      Sobre la firma

      Fernando Agüero

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