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      La odisea de Juana Viale y Yago Lange, el plástico en el agua y una charla desde alta mar: “Vemos la amenaza pero también la belleza”

      • La nieta de Mirtha y su pareja buscan cocientizar sobre la contaminación de especies y ecosistemas.
      • En Canadá, mientras tanto, los expertos discuten un tratado para reducir la fabricación de plástico.

      La odisea de Juana Viale y Yago Lange, el plástico en el agua y una charla desde alta mar: "Vemos la amenaza pero también la belleza"Juana Viale y su novio, Yago Lange, durante una breve charla con Clarín desde alta mar. Viale exhibe un frasco en el que toman muestras de microplásticos.

      "Es por el mar, por la belleza del mundo, por lo que no se ve y tiene que conocerse y tiene que ser cuidado", dice una Juana Viale que está lejos de todo. Lejos de la conductora de TV. Lejos del suelo plano de las ciudades. Se la ve por videollamada, apaciguada por el calor, parece un mujer de trópicos. A su lado está Yago Lange, su pareja, activista ecologista, navegante. Se lanzaron al oceáno, al más inmenso de los ecosistemas y acaban de cruzar la línea del ecuador.

      Vienen desde Cabo Verde en dirección a Fernando de Noronha, norte de Brasil. Luego Río. Luego Buenos Aires. Pero ahora hace varios días que solo ven azul de todas las gamas, agua y horizonte, nubes que adquieren formas fantásticas, un cielo que se abre y se cierra, un cielo temporal, tormentas eléctricas, calmas eternas como siglos. Racionan alimento -"se acabaron las frutas", dicen-, toman muestras de contaminación. Juana exhibe el frasco que utilizan para tomar muestras de microplásticos. El viaje es parte de un proyecto que los llevará por diversos mares, una vuelta al mundo. "Por todos los mares", asegura Juana.

      Ven la belleza y ven, además, la amenaza. Han visto bolsas de nylon, pedazos de mesas plásticas flotar, ven la basura que acecha lo prístino. Es una experiencia única y filosófica, insisten. Es mas que un viaje de activismo. Es una propuesta que pretende mostrar lo que la mayoría no ve. "Es dificil cuidar aquello que no se ve. Pensar en la importancia de crear áreas protegidas. Pero también amarrar en pueblos, en costas y conversar sobre lo que viven aquellos que sí están de frente al mar", dice Juana a Clarin. Están en el corazón verdadero del mundo, contra lo citadino de quien los entrevista desde un escritorio en Buenos Aires.

      En la conversación, entonces, mientras el velero Lola avanza con sus cinco tripulantes, surge el tema del plástico.

      Un debate urgente y global

      Cada 7 días, nos comemos una tarjeta de crédito. No es una metáfora, sino la totalidad del plástico imperceptible y perdido en alimentos que acecha y penetra nuestro organismo sin que lo sepamos. El dato no es nuevo, pero es histórico. En 2019, un estudio de la Universidad de Newcastle reveló que las personas estamos consumiendo alrededor de 21 gramos de plástico por mes, poco más de 250 gramos al año. "Esto es lo mismo que triturar una tarjeta y comértela cada semana", graficaron los expertos.

      La escultura titulada "Giant Plastic Tap" del artista canadiense Benjamin Von Wong se exhibe frente a la cuarta sesión del Comité Intergubernamental de Negociación de la ONU sobre la Contaminación Plástica en Ottawa, Canadá, el 23 de abril de 2024. (Foto de Dave Chan / AFP)La escultura titulada "Giant Plastic Tap" del artista canadiense Benjamin Von Wong se exhibe frente a la cuarta sesión del Comité Intergubernamental de Negociación de la ONU sobre la Contaminación Plástica en Ottawa, Canadá, el 23 de abril de 2024. (Foto de Dave Chan / AFP)

      Se necesitaba esta imagen, acaso, para que el alerta sobre un material que pervive, fomenta cambio climático y azota a la biodiversidad derivara en un debate serio, que requiere de intervención política y científica y de un llamado a la conciencia global.

      Otro informe, de febrero de 2022, señala que para 2040 el plástico que hay en los océanos pesará más que todos los peces juntos. La Agencia de Investigación Medioambiental (EIA por sus siglas en inglés), una ONG de Reino Unido, asegura que “la contaminación tóxica resultante de la sobreproducción desenfrenada de plásticos vírgenes y sus ciclos de vida es irreversible, directamente socava nuestra salud, impulsa la pérdida de biodiversidad, exacerba el cambio climático y los riesgos de generar daños ambientales a gran escala”.

      Con esos datos de fondo, se está llevando a cabo este semana la cuarta ronda de negociaciones para un Tratado Mundial sobre el uso y producción los Plásticos (INC-4) en Ottawa, Canadá.

      Lange y Viale recogen muestras de micro plásticos mientras navegan.Lange y Viale recogen muestras de micro plásticos mientras navegan.

      Académicos y organismos científicos han publicado documentos y estudios destinados a informar a los delegados y a los responsables políticos sobre las repercusiones de la contaminación química y plástica en la salud. Sueltan datos alarmantes: al menos 1,8 millones de muertes prematuras al año, trastornos del neurodesarrollo, diabetes, enfermedades respiratorias crónicas, cáncer. Es urgente, aseguran, alcanzar un punto de inflexión en la producción industrial de plástico de gran escala. Pero temen por el tiempo que pueda faltar para conseguirlo.

      En marzo de 2022, la Asamblea de las Naciones Unidas resolvió elaborar un instrumento internacional vinculante sobre la contaminación por plásticos. El Comité Intergubernamental de Negociación (INC, por sus siglas en inglés) inició sus trabajos en el segundo semestre de 2022, con la ambición de concluir las negociaciones a fines de este año.

      Desechos microplásticos

      Ahora, una coalición de gobiernos calificados de "alta ambición", liderada por Ruanda y Noruega, espera erradicar la contaminación por plásticos para 2040 con un tratado que garantice intervenciones a lo largo de todo el ciclo de vida de los plásticos, incluyendo la reducción de la producción y la prohibición de algunos productos químicos utilizados en la industria del plástico.

      Los entendidos piden no ignorar la relación entre producción de plástico y cambio climático. “La contaminación por plásticos es un problema medioambiental, climático y sanitario -explican desde Periodistas por el Planeta-. El plástico se fabrica casi exclusivamente a partir de combustibles fósiles, sobre todo petróleo crudo, pero también carbón. La producción de plástico representa el 3,4% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero”. Y advierten: “La industria del petróleo y el gas planea aumentar significativamente la producción, y considera la producción de petroquímicos y plásticos como un medio para mantener la demanda de petróleo”.

      El plástico está en todos partes. Sus desechos adquieren firmes visibles, en el mejor de los casos, y totalmente imperceptibles en la mayoría. Los microplásticos y los nanoplásticos son un problema serio para todas la especies marinas. Cada vez es más común hallas restos de estas partículas en el tracto digestivo incluso de los peces que ingerimos los seres humanos. Son datos que todos, en el amplio arco del ambientalismo y de la ciencia, conocen. Pero falta crear una conciencia de problema superior.

      El viaje continúa

      Lejos de los debates y de las estadísticas, pero muy conscientes de ellas, Viale, Lange y su equipo exhiben una calma a prueba de todo. Son gentiles y se los ve atravesados por la experiencia. Están adentro de la naturaleza.

      La ruta de Viale y su pareja.La ruta de Viale y su pareja.
      El equipo que cruza el Mar.El equipo que cruza el Mar.

      Lange seguía los pasos de su padre, el medallista olímpico Santiago Lange. Se cansó de ver el agua contaminada mientras navegaba. Dejó el deporte y se conviritió en activista. Un día, mientras navegaba por las costas de Chubut, llegó a la Isla Tova y se encontró con una colonia de lobos marinos rumiando entre cajas de plástico desechadas de los barcos pesqueros. Esas fotos dieron la vuelta al mundo. Fueron una alarma y un llamamiento. Desde entonces, Lange no se detuvo.

      Yago Lange. Foto Instagram.Yago Lange. Foto Instagram.
      Las cajas plástica de pesca entre elefantes marinos. Las cajas plástica de pesca entre elefantes marinos.

      El camino lo cruzó con Juana Viale.Más allá de su popularidad como conductora, la nieta de Mirtha Legrand ha estado desde siempre comprometida con diferentes causas ambientales. Lange y Viale se lanzaron al mar con un equipo de realizadores. Saldrá un documental de su odisea. Pero ellos aspiran, humildemente, a más: a una conciencia extendida, a un llamamiento compartido. "Esto mas profundo que el tema del plástico -dice Lange-, es dejar atrás los debates sin destino y revalorizar lo que tenemos, poder vivirlo y replicarlo y tratar de que todos puedan sentir esto mismo". Se necesitan las discusiones de Ottawa. Pero tambiên las exploraciones y los viaje como el de Lange, Viale y su equipo. En el debate por el clima y el planeta, todo suma porque siempre es tarde. Siempre se corre desde atrás.



      Sobre la firma

      Gonzalo Sánchez
      Gonzalo Sánchez

      Editor de la sección Sociedad gsanchez@clarin.com

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