Cadáveres abandonados en una camioneta en Bahía Blanca: sospechan que robaban cables con complicidad policial

Eran las 22.40 y una patrulla se sorprendió con la escena. La camioneta, una Volkswagen Amarok negra iba excediendo los límites de velocidad. De la caja colgaba un cable haciendo chispas y los policías del Comando de Prevención Rural de Tornquist empezaron a seguirlos por la Ruta Nacional 33, a la altura del kilómetro 40. Lo que no sabían, o supieron después, es que en esa camioneta además de un cable había cuatro muertos.

Los policías emitieron un alerta, pero perdieron a la camioneta en una zona llamada "La vitícola", según la versión oficial del hecho. A los pocos minutos escucharon por la radio: cuatro cadáveres habían sido abandonados en el hospital municipal de Bahía Blanca. Los había dejado abandonados en esa camioneta, la Amarok que venían persiguiendo.

"Una vez en el lugar se resguardó al vehículo, se secuestraron y registraron todos los elementos que se encontraban en el interior y que son de interés para la causa", explicó el fiscal Gustavo Zorzano, de la Fiscalía N° 18, a cargo de la investigación.

Adentro había un elemento que fácilmente reconocieron: un hierro, con un gancho en la punta, muy usado para robar cables de mediana tensión. Un insumo indispensable para abastecer del consumo eléctrico a la zona, pero también valioso por su contenido de cobre.

Ese dato, sumado a las graves quemaduras de los cuerpos, hicieron pensar a los investigadores que se trataba de personas que podrían haber intentado robar cables de alta tensión y se accidentaron en el hecho.

El conductor de la camioneta abandonó ahí cuatro cadáveres, entre ellos el de su hijo. Se trata de Fernando Adrián Gallardo (25), Federico Ezequiel Strick (28), Facundo Marcelo Uribe (32) y Nicolás Joaquín Acosta (18). Además, encontraron a un quinto joven que estaba con graves quemaduras y que fue identificado como Emanuel Chamorro Sepúlveda (20) que permanece internado y con custodia policial.

El conductor de la camioneta fue detenido luego de un allanamiento en una casa y el hombre sería Ángel Gallardo (66), padre de Fernando Gallardo, uno de los fallecidos.

Fuentes de la empresa eléctrica que opera en la zona, advirtieron que los hombres habrían estado robando los cables cerca de García del Río, en la ruta 33 y que recibieron una “descarga eléctrica descomunal”, de unos 33 mil voltios, señalaron a la La Brújula 24. Además, explicaron que en esa zona los cables son de mediana tensión y que no es la primera vez que ocurre.

Gonzalo Bezos, jefe de Superintendencia de Seguridad Región Interior Sur de la Policía bonaerense, dijo en una conferencia de prensa que las personas fallecidas tenían antecedentes.

"Todos tenían antecedentes de delitos contra la propiedad. Inclusive, uno había aparecido (en febrero) en el Hospital Penna con una quemadura en el brazo en circunstancias que no fueron establecidas pero que pensamos que, por la metodología, habría sufrido una descarga en esa oportunidad. La camioneta no estaría a nombre de ellos, con el correr de las horas se va a determinar el titular", describió.

La pista policial

El fiscal Zorzano, advirtieron fuentes con acceso al expediente, ya "venía investigando" a las bandas de "roba cables" que actúan en los campos de la zona "hace unos tres o cuatro meses".

Ahora, además, investigan si contaban con la complicidad de la Policía. Es que un subcomisario, identificado como Martín Ñancucheo, según La Brújula 24, habría intentado recuperar un handy policial que usaban los hombres que fallecieron.

El subcomisario de la 4° de Bahía Blanca está bajo la lupa porque era quien tenía registrado el aparato móvil en su poder y no lo había denunciado por robo. La frecuencia de la Bonaerense está "encriptada" y los handies tienen sistemas cerrados para garantizar la confidencialidad de los alertas y operativos. Sin embargo, si los ladrones cuentan con uno de un policía, pueden escuchar sus movimientos.

El aparato que apareció dentro de la camioneta estaba a nombre de Martín Omar Ñancucheo (36) y por eso quedó implicado en el expediente. Tantos fuentes policiales como judiciales evitaron dar información respecto de esta línea de investigación para no entorpecer la causa.

MG