Cardellino, el uruguayo que tocaba la batería y llenó un Luna Park: “Mi primer sueldo lo invertí en mi home studio”

Cardellino es todo un popstar. Donde lo veas siempre está con gafas, campera oversize que tranquilamente podría usar un piloto de motociclismo, gorra y zapatillas cancheras. Su piel ya es tinta por la cantidad innumerable de tatuajes. Ahora no solo colecciona canciones, también anécdotas de viajes.

Love Dealer es su último álbum que cuenta con 23 canciones en las que se encuentran diez colaboraciones con distintos artistas internacionales con los que se fue reuniendo durante su gira. Mezcal se gestó en DF, México, y cuenta con el featuring de Samantha Barrón; Vegano se armó en un ida y vuelta con Oscar Anton en Francia; Meteoritos, con el compositor y vocalista mexicano Diego Puerta de Dromedarios Mágicos.

Javier Cardellino se siente un argentino más, siendo que sus raíces son uruguayas. Ya lo dejó en claro en su canción Zendaya: “Ya casi que me siento un argentino, aún de visitante, salgo campeón”.

No te olvides es una catarsis de amor por nuestro país, un tango melancólico que no quiere largar las tardes en la Costanera, los poemas de Cortázar ni la pizza de Manhattan. Es casi una confesión de un sueño, una manifestación que larga al pasar en la canción y también lleva tatuada en su cuerpo: “Y antes 'e morir, hacer un Luna”.

“No te olvides nació en la primera gira en Argentina que no sabía cuánta gente iba a venir a verme, cinco o lo que pasó que fue un sold out. La frase es lo que significa para un pibe ir a jugar un Mundial. Nunca hubiera pensado que al año y medio lo iba a poder cumplir”, cuenta Javier Cardellino sonriendo, aún sin entender.

Carde lo cumplió. Tardó pero llegó. Y no fue gratis ni simple. Su recorrido viene desde chico, donde mamó el amor por la música en su casa. “En mi casa había mucha influencia de mis hermanos que escuchaban música. Mi padre toca la guitarra y canta, mi madre también. Nadie se dedica a eso formalmente, pero ta’ a ellos es a quienes le agradezco un montón”.

Su profesor, el músico uruguayo Osvaldo Fattoruso, legendario baterista e integrante del grupo de rock Los Shakers, fue el primero que lo alentó a ir por más y le mostró que él estaba capacitado para poder vivir de la música. Ahí empezó a germinar esa idea, al punto que Cardellino decidió dejar todo y meterse de lleno en su pasión.

Cantante, compositor, productor pero antes que nada, baterista. Sus primeros pasos los dio entre platillos, bombo y hit-hat.

- ¿Cómo fue el proceso de ser la columna vertebral de una banda a pasar a ser el frontman?

- Se dio natural en el sentido de que cuando fui baterista yo quería ser baterista, no quería ser cantante, pero siempre tuve mi canción en mi carpetita de canciones que fueron evolucionando hasta el punto de decir ok, ahora están buenas mis canciones. Más allá de disfrutar de cada proceso, siempre como que de alguna manera supe que terminaría haciendo esto y también lo manifestaba desde muy chico.

- ¿Te acordás qué hiciste con el primer sueldo que ganaste siendo músico?

- Con mi primer sueldo, yo creo que tenía 15 años cuando empecé a trabajar más activamente como baterista, me compré instrumentos o iba a ver shows. Después empecé con el tema de grabarme a mí mismo. Empezó toda la onda de los home studio y yo entré en esa. Me compré mi primera compu, mi primer micrófono y mi tarjeta. Empecé a producir a amigos.

- Hablás español, inglés con fluidez y portugués te escuchamos en tu canción Ferrugem. ¿Qué otros idiomas dominás?

- En cuanto idiomas, esos manejo. Intenté ahora francés, cuando fui a París que me encantó, pero es como una guerra perdida. Es muy difícil para mí, pero quiero italiano. Le vamos a hacer un poco de patria a mis antepasados.

- Sos multitasking porque pasaste por diferentes roles dentro de la música. ¿Qué otras cosas sos? 

- Ahora estoy fanático del tenis, ponele. Juego todas las semanas un par de partidos. Soy muy fan del ajedrez desde hace mucho tiempo. Tengo mis cositas así de nerd, más allá de la música. Soy bastante nerd. También me gusta el deporte, me encanta el cine y todo lo que referente al arte. Siempre abierto a lo que pinte.

- ¿Cómo te ves de acá a cinco años?

- La verdad que ni siquiera sé si voy a estar haciendo música. Música voy a estar haciendo, no sé si girando… a veces me dan ganas de decir, chau me voy a una isla al medio de la nada y empiezo otra vida. Me gusta tener diferentes vidas dentro de ésta que nadie sabe cuántas tenemos dentro. Me encanta el cine. ¿Actuar? No sé, tengo bastantes inquietudes.