Qué le sucede al cuerpo cuando comemos demasiado

Puede ocurrir durante las fiestas de fin de año, en un cumpleaños, en un encuentro con amigos o sencillamente cuando se está enfrente de un suculento plato de preferido: el comer demasiado siempre se disfruta en el durante y, en la mayoría de las veces, se sufre en el post.

Cuando este tipo de acciones se vuelven un hábito y pasan de la singularidad de uno o incluso algunos eventos en particular a la habitualidad, el cuerpo puede sufrir distintas complicaciones relacionadas con la ingesta en exceso de manera repetitiva.

El aumento de peso es el primer síntoma visible, pero no es el único porque ese sobrepeso viene de la mano con un incremento en el riesgo de padecer patologías cardíacas, derrames cerebrales, diabetes de tipo 2, problemas respiratorios o distintos tipos de cáncer, entre otras enfermedades.

Además, cuando la culpa por los excesos se vuelve constante se pueden experimentar varias consecuencias que van más allá de lo estrictamente físico e involucran a factores asociados al estado de ánimo.

Y esto tiene que ver con que existen muchos factores asociados con la necesidad de comer de manera desmesurada. Porque si bien es posible que esto ocurra cuando se disfruta un plato, no es la única razón y también es posible que tenga que ver con la ansiedad, el estrés o el efecto contrario que puede producir el realizar dietas demasiado restrictivas.

El hombre tiene la capacidad de comer en exceso durante un largo periodo. De hecho, hasta se organizan concursos de comida que consisten en ingerir grandes cantidades de alimentos en determinado tiempo.

Según la Clínica Mayo, pueden surgir “problemas psicológicos o físicos relacionados con el apetito desenfrenado”, entre los que enumeró una serie de complicaciones derivadas de este tipo de trastorno

• Mala calidad de vida
• Problemas para funcionar en el trabajo, con la vida personal o en situaciones sociales
• Aislamiento social
• Obesidad
• Enfermedades relacionadas con la obesidad, como problemas en las articulaciones, enfermedad cardíaca, diabetes tipo 2, enfermedad por reflujo gastroesofágico, y algunos trastornos respiratorios relacionados con el sueño

Así reacciona el cuerpo luego de comer demasiado

La ingesta continuada de un exceso de calorías favorece la ganancia de grasa corporal cuando la dieta es abundante en grasa y carbohidratos, algo que no ocurre cuando el exceso de calorías procede de las proteínas.

Distintos trabajos científicos han demostrado que comer en forma excesiva también altera las hormonas implicadas en la regulación del apetito, es decir la grelina, que lo estimula, y la leptina, que lo inhibe.

Además, cuando se ingieren alimentos muy energéticos se libera dopamina y se activan los mecanismos de recompensa cerebral, de tal forma que las sensaciones placenteras se asocian a un determinado alimento, conduciendo a comer por placer y no por hambre.

Otro órgano que se ve afectado por el exceso de comida es cerebro. Según un estudio llevado adelante por investigadores escandinavos, las personas mayores que comen en exceso tienen más mermadas facultades intelectuales como la memoria y otras capacidades cognitivas que las que no están obesas y comen menos.

Por razones obvias, el sistema digestivo es el que acusa de forma inmediata los excesos a la hora de la ingesta. El estómago vacío tiene un volumen aproximado de unos 75 ml y se expande hasta casi un litro cuando está lleno.

Por eso, comer hasta casi el límite favorece la náusea y el vómito para aliviar la intensa presión que sufre el estómago. Otra consecuencia de pasarse con las cantidades de comida son los gases y la hinchazón de tripa, unos síntomas que también suelen aparecer después de consumir legumbres, algunas verduras, cereales integrales y bebidas gaseosas.