“El agua me llegaba a la cintura cuando me fui; no pude salvar nada”: más lluvias y devastación en el sur de Brasil

"Cuando dejé mi casa, el agua me llegaba hasta la cintura". Claudio Almiro perdió "todo" en las devastadoras inundaciones que afectan desde hace varios días el sur de Brasil. Refugiado como cientos de personas en un improvisado centro de evacuados, su caso es una mínima muestra de la tragedia que ya dejó cerca de 60 muertos, una cifra provisoria que no deja de aumentar.

Este hombre, de 55 años, de barbilla grisácea y rostro marcado por el cansancio, halló refugio en un centro cultural de Gravataí, un suburbio del norte de Porto Alegre, capital de Rio Grande do Sul.

Es uno de los más de 8.000 habitantes del estado alojados en centros de acogida luego de haber tenido que abandonar su domicilio debido a las lluvias diluvianas que azotan la región desde hace varios días.

"Mucha gente perdió la vida, por lo que elevo las manos al cielo y doy gracias a Dios por haber sobrevivido. Los bienes materiales, conseguiremos recuperarlos con un poco de ayuda", afirma a la AFP este desempleado, que asegura que reza para poder hallar pronto una nueva vivienda.

"El agua continuó subiendo cuando me fui, no pude salvar nada", lamenta.

Casas bajo el agua, vías completamente inundadas, personas sobre los techos a la espera de un rescate y otras más en albergues aferradas a la vida porque lo perdieron todo, es el panorama que se vive en el sur de Brasil, por los fuertes temporales que azotan a la región desde el lunes y que dejaron bajo el agua gran parte de Porto Alegre, la capital del estado de Río Grande do Sul.

Las devastadoras inundaciones ya dejan al menos 57 muertos y 68 desaparecidos, según el último parte oficial difundido este sábado. Pero las autoridades advierten que las cifras son provisorias y el saldo de víctimas y daños no deja de aumentar.

Rio Grande do Sul, estado fronterizo con Uruguay y Argentina, es la región más impactada en estos últimos días, pero el azote de las lluvias empieza a sentirse también en el vecino estado de Santa Catarina, que ya reportó la primera víctima fatal y en donde 33 ciudades han sido afectadas.

Desolación y solidaridad

En el centro cultural Aldeia dos Anjos, que refugió a una veintena de damnificados, varios voluntarios distribuyen ropa y productos de higiene.

Mantas, camisetas, ropa interior, chancletas, cepillos de dientes: las donaciones se amontonan en pilas en el refugio y todo se selecciona con cuidado.

"Toma varios pares de medias" para poder secar los que se mojen, dice un voluntario a Claudio Almiro.

"Hay varios lugares como este en la ciudad para acoger a los damnificados, pero también para recibir las donaciones de ciudadanos que distribuimos a quienes lo necesitan", asegura Juliano Rocha, responsable de servicios sociales de Gravataí, una localidad pegada a Porto Alegre, capital del estado de Rio Grande do Sul.

Según la Defensa Civil de Rio Grande do Sul, decenas de miles de personas quedaron desalojadas, de las cuales 8.168 están en refugios públicos y otras 24.080 en casas de familiares o amigos.

El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, dijo en una rueda de prensa que "los números pueden cambiar sustancialmente", a medida que los cuerpos de rescate tengan acceso a las localidades que permanecen aisladas.

En total ya son 265 municipios afectados, más de la mitad de los que forman el estado, incluida la capital regional, Porto Alegre, cuyo centro histórico quedó completamente inundado después de que el río Guaíba se desbordara, al alcanzar su nivel más alto en ocho décadas.

En otro refugio, Susete Pereira, de 39 años, saca una manta roja de una bolsa de donaciones que le entregaron al llegar. También hay ropa, toallas higiénicas y otros productos de primera necesidad.

"Traté de levantar los muebles para preservarlos pero creo que al final lo perdí todo, es desesperante", afirma, con la mirada triste detrás de sus anteojos rosas.

"Temo que otras inundaciones estén por venir. Imagínese que empezamos a levantarnos y vuelve a empezar" la lluvia, reflexiona.

El Estado de Rio Grande do Sul también sufrió varias eventos climáticos extremos el año pasado; el más grave, el paso de un ciclón en septiembre que dejó más de 30 muertos.

Lula da Silva promete ayuda

Un día después de visitar la región afectada, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que esta era "una de las mayores inundaciones" de las que tenía conocimiento y repitió que el gobierno no iba a escatimar recursos para atender la tragedia.

Las Fuerzas Armadas han desplegado a más de 900 militares, así como nueve aeronaves, 98 barcos y 70 vehículos para ayudar en las labores de rescate, que se suman a los 2.000 efectivos de los cuerpos de rescate regionales.

Este viernes EFE acompañó a miembros del Ejército en las tareas de rescate en el río Guaíba, coordinadas por los militares desde una especie de ferry, de donde salían y llegaban embarcaciones más pequeñas con los damnificados.

"Fue un gran alivio", dijo a EFE Celine Machado de Vargas, una de las personas rescatadas en la jornada.

Entre lágrimas, esta mujer de 38 años, narró que esperó hasta último momento con su padre, su madre y su hijo para intentar salvar algunos de los enseres. "Pero todo quedó flotando o destruido", aseguró.

Hasta el momento, las autoridades han logrado rescatar unas 8.600 personas en operaciones "aéreas, marítimas y terrestres realizadas por las fuerzas de respuesta integradas", según dijo el gobernador Leite.

o Nacional de Meteorología de Brasil (Inmet) emitió este viernes una alerta roja por fuertes lluvias y por la probabilidad de inundaciones de grandes proporciones en la región del cauce del alto Uruguay, en la frontera con la provincia argentina de Misiones.Seesperaban volúmenes de lluvia superiores a 60 milímetros hasta mediodía del sábado, que podrían llegar a un máximo de 100 milímetros en algunos puntos del valle del UruguayA o se suma el riesgo de ruptura de cuatro represas, ubicadas en las ciudades de Cotiporã, Bento Gonçalves, Canela y São Martinho da Serra.Ls autoridades también advirtieron que el agua del río Guaíba seguirá subiendo en las próximas horas, lo q puede originar nuevas inundaciones en la zona metropolitana de Porto legretun del clima también llevó a que el aeropuerto internacional de Porto Alegre y la estación de ómnibus cancelaran operaciones hasta nuevo aviso.

Fuente: AFP y EFE

CB